Si os fijáis en la pradera verde y en las rocas del fondo el detalle brilla por su ausencia. No vemos más que masas de colour por la excesiva compresión que prefiere eliminar las texturas para minimizar el ruido y mantener formas reconocibles. Puede que una fotografía sea estupenda, pero si el espectador ve un blanco impoluto donde no debería o todo lleno de sombras negras, va a pasar directamente a la siguiente foto. En las cámaras actuales, incluso en el móvil, deberíamos tenerlo a la vista para no arruinar un disparo, al menos hasta que estés seguro de lo que haces.
Aunque ya tengas algo de experiencia y te hayas hecho un pequeño hueco en el mundillo fotográfico, no te confíes. La gente valora mucho a las personas que tienen inquietudes y que están siempre reinventándose. No dudes en crear un contrato junto con un asesor o abogado donde puedas ampararte a la hora de que un cliente te pida demasiados cambios o sea extremadamente exigente. Por ejemplo, si eres fotógrafo de boda y los clientes demandan los archivos RAW originales, crea una cláusula en el contrato que especifique que eso supone un gasto adicional.